martes, 27 de octubre de 2009

La ciudad de Condorito

Hace unas semanas nos enteramos que los honorables aprobaron una de las medidas menos afortunadas en mucho tiempo: el cierre de calles y pasajes sin salida. Con esto, lo que se busca es “combatir la drogadicción y el delito en general” Plop! Dado que puede leer la noticia aquí y acá, vámonos to the good stuff.

Al utilizar un mecanismo regulativo como lo es un DFL para reorganizar procesos espaciales, la baja cámara nos muestra cuál es su concepción de políticas urbanas. Práctica cristalizada en las gated communities, el encierro en y de los espacios residenciales se expande de manera sancionada. Las soluciones de seguridad desplegadas en el espacio quedan, así, en manos de las supuestas comunidades. Este ha sido uno de los mayores argumentos esgrimidos por los defensores de esto en gringotown. La noción de eficacia colectiva que Bowles y Gintis usan, dale que dale, es lo que sustenta en gran parte dichas decisiones en el norte.

El problema es que, sospecho, los asesores de Mönkeberg y cia. no les hicieron llegar las minutas de media página sobre esta materia. Lo que estamos presenciando es, en realidad, la extensión en el espacio urbano de la concepción liberal de gobierno. La forma de asegurar la seguridad en las ciudades queda, por tanto, a disposición de los individuos.

Algunos verán en esto nada más que una medida democratizadora: aseguramos el acceso de todos los chilenos a un servicio que antes sólo estaba disponible para algunos. Lo tricky del asuntillo es que no es democrático asegurar una práctica que atenta contra la libertad de tránsito. Lo único que están haciendo es asegurar que se profundicen las imágenes desconfiadas del extraño, intentando brindar sensación de seguridad al expandir el espacio “Familiar” u “Hogareño”. Además, no todas las calles y pasajes quedan atentos a esta decisión.

En fin, no se que más decir. Se condorearon una vez más en Valpo.

7 comentarios:

  1. Nico, en verdad me sorprende que esperes algo de Monckeberg. Buen post, saludos.

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  2. Dejarías a un malacatoso con la pinta de Condorito entrar a tu barrio? No señor!

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  3. No tengo mucho más que decir. Quizàs solo reirme del supuesto implicito dde que ciertas infraestructuras (como las rejas) condicionan prácticas sociales... ¿Que en un barrio o villa cerradas no se consume drogas? ... De hecho, en este país HAY QUE consumnirlas en el espacio privado.

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  4. A Vadich: el barrio no es mio, no es tuyo, no es de nadie. El barrio como la mayoría del mundo, académico, político y lego lo entiende no existe, o más bien, existe en menos del 10% de los asentamientos humanos urbanos.
    Qué hacemos con las calles que no son sin salida? te parece democrático no permitirles encerrarse para, de tal modo, defenderse del flagelo de la delincuencia? La medida no tiene putos pies ni, como ya lo vemos, cabeza.

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  5. A Camilo: Debo disentir de tu juicio respecto al supuesto supuesto bajo o a los costados de la medida. Creciente investigaciñon muestra como la configuración espacial afecta las practicas sociales. Las rejas, por lo pronto, han sido y siguen siendo estudiadas desde la sociología y antropología urbana como mecanismos de construcción de sensación de seguridad.
    El problema de la medida es el que tú bien señalas. Cerrar pasajes no asegura que se disminuya la prevalencia en el consumo de hierba o mote en ese mismo pasaje y/o calle. Es una fantasía propia de la micro-xenofobia, como lo llama Sabatini, plantear que en mi cuadra no hay violencia intrafamiliar, consumo de droga o descargas de porno infantil.
    Si los funcionarios públicos de sueldos de 6 dígitos están tomando decisiones en base a la ficción, bueno sería que vieran Weeds (Jenji Kohan) o Twin Peaks (David Lynch). En volá aprenden un poquito.

    Saludos y gracias por el comentario

    Pd: gracias a Vadich, por cierto.

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  6. Sólo un detalle: una medida como esta, que atenta contra la libertad de tránsito, pero que lo hace en nombre de un clamor popular (real o no), me parece mucho más democrática que liberal.

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  7. A JMVL: Es una decisión propia de una democracia liberal que utiliza medidas que la democracia liberal tiene para hacer cosas democrático-liberales. Atento contra una forma de ejercer la libertad de los individuos por medio de los instrumentos que la legislación me otorga. Es una medida que no se ha probado eficiente ni eficaz en el combate de ciertas prácticas/actividades que la democracia liberal y hasta cierto punto republicana, ha catalogado como perjudiciales. Es, a fin de cuentas, la intervención estatal en el espacio urbano con el fin de que algunos se hagan cargo de su seguridad.
    Por lo demás, insisto, esto no se le da a todos por igual!!!! Que me muestren los números donde se pruebe que en los pasajes y calles sin salida se dan un tercio de las denuncias por delitos ligados al consumo de drogas. No hay otra puta razón para la medida si no esa. Y esa no existe. Qué pasa si me cambio de casa a uno de esos nuevos pasajes cerrados, e instalo mi laboratorio de pasta?

    No, en realidad estos tipos no pensaban en nada. En nada.

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