domingo, 19 de abril de 2009

OK

En ChileSoc, hace unas semanas que uno de sus participantes nos dio a conocer que viajaría a NY para recibir un Ogilvy Award por los Insights que forman parte de la campaña publicitaria del Bank of America, en la que él participó. Seguido, unos cuantos mails de otros participantes del grupo aparecieron extendiéndole sus felicitaciones. “CHUATAS!!! Felicitaciones entonces Miguel, eres muy buena publicidad para la sociologia!” escribió uno; “A mi gusto el asunto es interesante para la red, puesto que hay sociólogos "generando" insights y también colegas recibiéndolos” dijo otro. Ok.

Ando lúdico, juguemos a dar una interpretación sociológica del hecho. Un actor que, al parecer recibió instrucción terciaria formal en sociología, se ha hecho acreedor de una distinción que le permite acopiar capital simbólico, aún no se en cuál de todos los campos que no son la sociología. Y es que me parece difícil que dicho capital lo pueda operacionalizar/transformar en capital propio del campo sociológico, científico si quieren (¿queremos?). Más bien, me parecería poco apropiado, destructor de la lógica del campo. Si aquel premio se traduce en capital en el campo científico, si el galardón adjudicado vale de algo para la sociología como disciplina, significa que la lógica del campo de la que nos habló el bueno de Bourdieu no es tal. Y es que hacer buenos insights, excelentes incluso, no aporta absolutamente nada a responder la pregunta por el orden social.

Es probable que el premio sea absolutamente merecido, pero aquello no significa, no se deriva de manera lógica, que los practicantes de la sociología deban alegrarse por eso. Primero, porque es un premio que felicita algo que no es conocimiento propio de la sociología (entendida como disciplina científica dedicada al estudio de las condiciones de posibilidad del orden social). Si me aceptan el absurdo, si un equipo de baby fútbol conformado por sociólogos gana el primer lugar en una liga, ¿significa que debemos contentarnos de ello por el sólo hecho de constatar las credenciales de formación que poseen? Muchos dirán que no son situaciones comparables, y ahí mismo está el error. Para el asunto aquí tratado, dichas dos situaciones son exactamente las mismas, a saber: un conjunto de sociólogos, debido a su desempeño destacadísimo en campos o aspectos que son no-sociológicos, han sido premiados en base a tales méritos. Entonces, ¿por qué estar contentos? Una primera, más bien la única respuesta que me parece relativamente apropiada es la que recurre al factor gremio. Deberíamos estar contentos porque significa que los sociólogos están generando una labor destacadísima en esferas diferentes a la sociología, volviendo la empleabilidad de los sociólogos más alta. Ok, pero es insuficiente.

El problema que veo es el siguiente: No nos destacamos por hacer sociología! No conozco ningún sociólogo/a chileno/a que haya ganado algún award de la ASA o alguna organización que agrupe a quienes hacen sociología. Mi problema con sentir gozo en el corazón por el premio del que aquí hemos hablado es la otra cara, es decir, la inexistencia de sociólogos que se destaquen por dedicarse a dar respuesta a la pregunta por el orden social, o las preguntas que de ella se derivan cuando se la descompone.

Por eso, en vez de estar contento, por enésima ocasión me lamento del triste estado en que la sociología chilena se encuentra, ¿ok?

jueves, 9 de abril de 2009

CANAL 13 MARCA UN HITO

Hace algo más de un mes, el noticiario central de Canal 13 marcó lo que considero un hito de la televisión chilena. Por cierto que no me refiero al cambio de dupla conductora, sino más bien a la forma de comprender la generación de noticias en las sociedades modernas. Y es que por fin en la televisión abierta se expresaron tomas de posición frente a los sucesos reportados. Primer día del nuevo formato e Iván Valenzuela, frente a la discusión de los candidatos presidenciales Frei y Piñera sobre la legislación del aborto, nos señala que es inadmisible que el aborto (o como él lo plantea, “valorar la vida de un humano por sobre la de otro”) sea una práctica legal. Creo que es uno de los momentos más emocionantes que la televisión chilena ha visto. Hay una clara vocación por utilizar los medios, y en este caso un noticiario, para establecer la posición valórica de un grupo de la sociedad respecto de un tema referido a la esfera pública. Fungiendo como manifiesto performático de un periodismo acorde a las sociedades contemporáneas, al tiempo que declara por el mismo hecho el absurdo de la pretensión de la neutralidad valorativa del periodismo, el noticiero de Canal 13 simplemente hace lo que al menos desde los 90’s se debió hacer: dejar de entender a las audiencias como unos “idiotas que juzgan”, parafraseando al bueno de Garfinkel.

Quienes estén mínimamente familiarizados con la televisión norteamericana, y para que hablar de la europea nor-occidental, hace bastante rato que la televisión, y en especial los noticiarios, son utilizados para, de alguna forma, recrear el debate de la esfera pública. En las últimas elecciones presidenciales en USA, las cadenas no titubearon en mostrar su apoyo explícito a los diferentes candidatos. En cuanto a los Late’s Shows, joder que envidia me da al notar como un John Stewart le grita Fuck You a uno de los responsables de la crisis sup-prime. Hasta donde yo sé, no han tenido nada parecido a una dictadura en su historia republicana. Hasta donde yo sé, John Stewart jamás ha sido demandado por sus declaraciones.

Se que hay varias posibles explicaciones para el hecho que los medios chilenos sean faltos de crítica, pero nos acercamos al bicentenario y al vigésimo aniversario de la recuperación de la democracia, con los porcentajes más altos jamás conocidos por Chile en cuanto a cobertura educacional, en todos los niveles. No sé, tengo la tincada que va siendo hora de que la mohosa forma de ejercer el periodismo en nuestro país se ponga a tono con las transformaciones de la sociedad.