Fermandios en una columna aparecida en El Mercurio nos dice, en referencia a la súper nueva publicación del sempiterno de Krebs, que tanto el ejército y el Estado son parte fundamental de eso que llaman identidad shilena. Lo que lleva a Krebs a plantear aquello y a Fermandois a estar de acuerdo, es un lamentable y decimonónico esencialismo. Y es que en la organización argumental que utilizan, un set de objetos producidos en Chile, Estado y ejército (como si este último estuviera fuera del primero), debido a otro set de características que en ellos aparecen, los transforman, por algún motivo, en elementos conformadores de la so called identidad shilena. Es decir, si usted considera que el Estado chileno ha operado de manera negligente a lo largo de su historia, sea que nos provea de evidencia o no, usted lo único que está haciendo es atacarse a sí mismo, porque el Estado está dentro de usted…no, para…cierto que no nos muestra una sola y simple evidencia que efectivamente el Estado está en el corazoncito de todos los chilenos. Para Fermandois, los ciudadanos chilenos que sostienen posturas pacifistas y críticas del ejército no están en línea con su identidad, porque, claro, obvio que todos sabemos y medimos la identidad de 16 millones de sujetos.
La guinda de la torta o, para seguir con la shuper shilenidad, del empolvado, es que para el barbudo PUC “…la conciencia nacional en Chile, lo confiese o no, tiene un carácter eminentemente político, que es lo que nos sostiene como miembros de una sociedad, de vivir entre nosotros”. O sea, hello! nacionalismo metodológico no te suena un poquito? El problema de esto, es que no es sólo Krebs o Fermandois quienes consideran que Estado=Nación=Territorio=Sociedad, y que sólo en la esfera de lo político-institucional se genera el orden social. Sin Estado, para este niño, no es posible la existencia de la sociedad. En meditaciones sociológicas ya nos han mostrado como Lechner ganó fama cometiendo una y otra vez el mismo tipo de error que aquí señalamos.
Igual, es esperable que alguien que enseña la historia que enseña en el lugar que enseña, diga las cosas que dice. Lo downer de la cosa, compadre, es que esto no es producto de la resaca originada por la orgiástica popular reciente, sino en una creencia empíricamente infundada y analíticamente débil.
La guinda de la torta o, para seguir con la shuper shilenidad, del empolvado, es que para el barbudo PUC “…la conciencia nacional en Chile, lo confiese o no, tiene un carácter eminentemente político, que es lo que nos sostiene como miembros de una sociedad, de vivir entre nosotros”. O sea, hello! nacionalismo metodológico no te suena un poquito? El problema de esto, es que no es sólo Krebs o Fermandois quienes consideran que Estado=Nación=Territorio=Sociedad, y que sólo en la esfera de lo político-institucional se genera el orden social. Sin Estado, para este niño, no es posible la existencia de la sociedad. En meditaciones sociológicas ya nos han mostrado como Lechner ganó fama cometiendo una y otra vez el mismo tipo de error que aquí señalamos.
Igual, es esperable que alguien que enseña la historia que enseña en el lugar que enseña, diga las cosas que dice. Lo downer de la cosa, compadre, es que esto no es producto de la resaca originada por la orgiástica popular reciente, sino en una creencia empíricamente infundada y analíticamente débil.